La vida de Seurat

seurat_georges-nombre

Georges Seurat

(1859 – 1891)

«Algunos ven poesía en mis pinturas; yo solamente veo ciencia.»

Georges Seurat es un artista francés de finales del siglo XIX. Nació en París en una familia adinerada, y estudió artes desde temprana edad. Primero estudió para ser escultor y después se dedicó al dibujo en blanco y negro. Cuadno acabó su servicio militar a los 20 años, regresó a París en 1880, donde formó un estudio de arte compartido con otros compañeros estudiantes y trabajó en la pintura, especialmente de lienzos, como la pintura de 3 x 2 m Bañistas de Asnières (1884).

Se unió al grupo de la Sociedad de Artistas Independientes de París formado en 1884, en donde surgió el Impresionismo y después el Neoimpresionismo. En esa asociación conoció a su amigo Paul Signac, con quien fundó el Neoimpresionismo y ambos trabajaban con la técnica de Puntillismo.

Fue en 1884 cuando acabó su magnus opus Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (1884), y la inscribió en la exposición de los Artistas independientes el siguiente año, pero se canceló esa exposición. Así que decidió agregarle más detalles y la terminó en la primavera de 1886. La pintura fue el epítome del Neoimpresionismo y del Puntillismo, es decir, es la representante de ambas corrientes. Para la pintura creó nuevos químicos para hacer pinturas más puras, además de utilizar colores puros para dar más saturación. Por ejemplo, él creó el pigmento llamado amarillo de zinc, el cual daba un amarillo muy vivo, pero no duraba y con el tiempo se volvía café, incluso
cuando aún vivía Seurat.

the_circus-1891-titulo

Después se mudó de la ciudad a un estudio lejano y callado, donde trabajó con la modelo Madeleine Knobloch, quien tuvo a su primer hijo en 1890. Su segundo hijo lo tuvo poco después de su muerte, pero murió en el parto. Se cree que Seurat murió de una enfermedad de los pulmones, dejando sin acabar a muchos boetos y pinturas, como El Circo (1891).

El circo en París apareció desde 1870 y era más respetado que en Inglaterra. Muchos pintores iban a ver los elefantes, los caballos, animales exóticos y a los acróbatas y se inspiraban en sus actos, como la última pintura de Seurat.